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martes, 19 de octubre de 2010

anders manga

Última entrega de esta genial agrupación , que poco a poco se separó de los sonidos electro para tener roces con el gothic rock y el darkwave , este material vió la luz en agosto de este año , disfrútenlo!!! lista de temas: Murder in the Convent Catastrophe The Last Alarm The Transit Begins Infinite Gaze to the Sun Lead The Monster Demands a Mate Dust The Taste of Blood Glimpse video : catastrophe

viernes, 15 de octubre de 2010

hoy nos vamos tambien con otro cuento de edgar allan poe el gato negro creo k es uno de los masconocidos y exentricos , cabe rescatar k este cuento esta echo capitulo de una serie llamada maestros del horror aver si comprimo y subo el archivo al blog bueno espero k les guste este cuento.

edgar allan poe

EL GATO NEGRO




No espero ni pido que alguien crea en el extraño aunque simple relato que me dispongo a escribir. Loco estaría si lo esperara, cuando mis sentidos rechazan su propia evidencia. Pero no estoy loco y sé muy bien que esto no es un sueño. Mañana voy a morir y quisiera aliviar hoy mi alma. Mi propósito inmediato consiste en poner de manifiesto, simple, sucintamente y sin comentarios, una serie de episodios domésticos. Las consecuencias de esos episodios me han aterrorizado, me han torturado y, por fin, me han destruido. Pero no intentaré explicarlos. Si para mí han sido horribles, para otros resultarán menos espantosos que barrocos. Más adelante, tal vez, aparecerá alguien cuya inteligencia reduzca mis fantasmas a lugares comunes; una inteligencia más serena, más lógica y mucho menos excitable que la mía, capaz de ver en las circunstancias que temerosamente describiré, una vulgar sucesión de causas y efectos naturales.
Desde la infancia me destaqué por la docilidad y bondad de mi carácter. La ternura que abrigaba mi corazón era tan grande que llegaba a convertirme en objeto de burla para mis compañeros. Me gustaban especialmente los animales, y mis padres me permitían tener una gran variedad. Pasaba a su lado la mayor parte del tiempo, y jamás me sentía más feliz que cuando les daba de comer y los acariciaba. Este rasgo de mi carácter creció conmigo y, cuando llegué a la virilidad, se convirtió en una de mis principales fuentes de placer. Aquellos que alguna vez han experimentado cariño hacia un perro fiel y sagaz no necesitan que me moleste en explicarles la naturaleza o la intensidad de la retribución que recibía. Hay algo en el generoso y abnegado amor de un animal que llega directamente al corazón de aquel que con frecuencia ha probado la falsa amistad y la frágil fidelidad del hombre.

Me casé joven y tuve la alegría de que mi esposa compartiera mis preferencias. Al observar mi gusto por los animales domésticos, no perdía oportunidad de procurarme los más agradables de entre ellos. Teníamos pájaros, peces de colores, un hermoso perro, conejos, un monito y un gato.

Este último era un animal de notable tamaño y hermosura, completamente negro y de una sagacidad asombrosa. Al referirse a su inteligencia, mi mujer, que en el fondo era no poco supersticiosa, aludía con frecuencia a la antigua creencia popular de que todos los gatos negros son brujas metamorfoseadas. No quiero decir que lo creyera seriamente, y sólo menciono la cosa porque acabo de recordarla.

Plutón -tal era el nombre del gato- se había convertido en mi favorito y mi camarada. Sólo yo le daba de comer y él me seguía por todas partes en casa. Me costaba mucho impedir que anduviera tras de mí en la calle.

Nuestra amistad duró así varios años, en el curso de los cuales (enrojezco al confesarlo) mi temperamento y mi carácter se alteraron radicalmente por culpa del demonio. Intemperancia. Día a día me fui volviendo más melancólico, irritable e indiferente hacia los sentimientos ajenos. Llegué, incluso, a hablar descomedidamente a mi mujer y terminé por infligirle violencias personales. Mis favoritos, claro está, sintieron igualmente el cambio de mi carácter. No sólo los descuidaba, sino que llegué a hacerles daño. Hacia Plutón, sin embargo, conservé suficiente consideración como para abstenerme de maltratarlo, cosa que hacía con los conejos, el mono y hasta el perro cuando, por casualidad o movidos por el afecto, se cruzaban en mi camino. Mi enfermedad, empero, se agravaba -pues, ¿qué enfermedad es comparable al alcohol?-, y finalmente el mismo Plutón, que ya estaba viejo y, por tanto, algo enojadizo, empezó a sufrir las consecuencias de mi mal humor.

Una noche en que volvía a casa completamente embriagado, después de una de mis correrías por la ciudad, me pareció que el gato evitaba mi presencia. Lo alcé en brazos, pero, asustado por mi violencia, me mordió ligeramente en la mano. Al punto se apoderó de mí una furia demoníaca y ya no supe lo que hacía. Fue como si la raíz de mi alma se separara de golpe de mi cuerpo; una maldad más que diabólica, alimentada por la ginebra, estremeció cada fibra de mi ser. Sacando del bolsillo del chaleco un cortaplumas, lo abrí mientras sujetaba al pobre animal por el pescuezo y, deliberadamente, le hice saltar un ojo. Enrojezco, me abraso, tiemblo mientras escribo tan condenable atrocidad.

Cuando la razón retornó con la mañana, cuando hube disipado en el sueño los vapores de la orgía nocturna, sentí que el horror se mezclaba con el remordimiento ante el crimen cometido; pero mi sentimiento era débil y ambiguo, no alcanzaba a interesar al alma. Una vez más me hundí en los excesos y muy pronto ahogué en vino los recuerdos de lo sucedido.

El gato, entretanto, mejoraba poco a poco. Cierto que la órbita donde faltaba el ojo presentaba un horrible aspecto, pero el animal no parecía sufrir ya. Se paseaba, como de costumbre, por la casa, aunque, como es de imaginar, huía aterrorizado al verme. Me quedaba aún bastante de mi antigua manera de ser para sentirme agraviado por la evidente antipatía de un animal que alguna vez me había querido tanto. Pero ese sentimiento no tardó en ceder paso a la irritación. Y entonces, para mi caída final e irrevocable, se presentó el espíritu de la perversidad. La filosofía no tiene en cuenta a este espíritu; y, sin embargo, tan seguro estoy de que mi alma existe como de que la perversidad es uno de los impulsos primordiales del corazón humano, una de las facultades primarias indivisibles, uno de esos sentimientos que dirigen el carácter del hombre. ¿Quién no se ha sorprendido a sí mismo cien veces en momentos en que cometía una acción tonta o malvada por la simple razón de que no debía cometerla? ¿No hay en nosotros una tendencia permanente, que enfrenta descaradamente al buen sentido, una tendencia a transgredir lo que constituye la Ley por el solo hecho de serlo? Este espíritu de perversidad se presentó, como he dicho, en mi caída final. Y el insondable anhelo que tenía mi alma de vejarse a sí misma, de violentar su propia naturaleza, de hacer mal por el mal mismo, me incitó a continuar y, finalmente, a consumar el suplicio que había infligido a la inocente bestia. Una mañana, obrando a sangre fría, le pasé un lazo por el pescuezo y lo ahorqué en la rama de un árbol; lo ahorqué mientras las lágrimas manaban de mis ojos y el más amargo remordimiento me apretaba el corazón; lo ahorqué porque recordaba que me había querido y porque estaba seguro de que no me había dado motivo para matarlo; lo ahorqué porque sabía que, al hacerlo, cometía un pecado, un pecado mortal que comprometería mi alma hasta llevarla -si ello fuera posible- más allá del alcance de la infinita misericordia del Dios más misericordioso y más terrible.

La noche de aquel mismo día en que cometí tan cruel acción me despertaron gritos de: "¡Incendio!" Las cortinas de mi cama eran una llama viva y toda la casa estaba ardiendo. Con gran dificultad pudimos escapar de la conflagración mi mujer, un sirviente y yo. Todo quedó destruido. Mis bienes terrenales se perdieron y desde ese momento tuve que resignarme a la desesperanza.

No incurriré en la debilidad de establecer una relación de causa y efecto entre el desastre y mi criminal acción. Pero estoy detallando una cadena de hechos y no quiero dejar ningún eslabón incompleto. Al día siguiente del incendio acudí a visitar las ruinas. Salvo una, las paredes se habían desplomado. La que quedaba en pie era un tabique divisorio de poco espesor, situado en el centro de la casa, y contra el cual se apoyaba antes la cabecera de mi lecho. El enlucido había quedado a salvo de la acción del fuego, cosa que atribuí a su reciente aplicación. Una densa muchedumbre habíase reunido frente a la pared y varias personas parecían examinar parte de la misma con gran atención y detalle. Las palabras "¡extraño!, ¡curioso!" y otras similares excitaron mi curiosidad. Al aproximarme vi que en la blanca superficie, grabada como un bajorrelieve, aparecía la imagen de un gigantesco gato. El contorno tenía una nitidez verdaderamente maravillosa. Había una soga alrededor del pescuezo del animal.

Al descubrir esta aparición -ya que no podía considerarla otra cosa- me sentí dominado por el asombro y el terror. Pero la reflexión vino luego en mi ayuda. Recordé que había ahorcado al gato en un jardín contiguo a la casa. Al producirse la alarma del incendio, la multitud había invadido inmediatamente el jardín: alguien debió de cortar la soga y tirar al gato en mi habitación por la ventana abierta. Sin duda, habían tratado de despertarme en esa forma. Probablemente la caída de las paredes comprimió a la víctima de mi crueldad contra el enlucido recién aplicado, cuya cal, junto con la acción de las llamas y el amoniaco del cadáver, produjo la imagen que acababa de ver.

Si bien en esta forma quedó satisfecha mi razón, ya que no mi conciencia, sobre el extraño episodio, lo ocurrido impresionó profundamente mi imaginación. Durante muchos meses no pude librarme del fantasma del gato, y en todo ese tiempo dominó mi espíritu un sentimiento informe que se parecía, sin serlo, al remordimiento. Llegué al punto de lamentar la pérdida del animal y buscar, en los viles antros que habitualmente frecuentaba, algún otro de la misma especie y apariencia que pudiera ocupar su lugar.

Una noche en que, borracho a medias, me hallaba en una taberna más que infame, reclamó mi atención algo negro posado sobre uno de los enormes toneles de ginebra que constituían el principal moblaje del lugar. Durante algunos minutos había estado mirando dicho tonel y me sorprendió no haber advertido antes la presencia de la mancha negra en lo alto. Me aproximé y la toqué con la mano. Era un gato negro muy grande, tan grande como Plutón y absolutamente igual a éste, salvo un detalle. Plutón no tenía el menor pelo blanco en el cuerpo, mientras este gato mostraba una vasta aunque indefinida mancha blanca que le cubría casi todo el pecho.

Al sentirse acariciado se enderezó prontamente, ronroneando con fuerza, se frotó contra mi mano y pareció encantado de mis atenciones. Acababa, pues, de encontrar el animal que precisamente andaba buscando. De inmediato, propuse su compra al tabernero, pero me contestó que el animal no era suyo y que jamás lo había visto antes ni sabía nada de él.

Continué acariciando al gato y, cuando me disponía a volver a casa, el animal pareció dispuesto a acompañarme. Le permití que lo hiciera, deteniéndome una y otra vez para inclinarme y acariciarlo. Cuando estuvo en casa, se acostumbró a ella de inmediato y se convirtió en el gran favorito de mi mujer.

Por mi parte, pronto sentí nacer en mí una antipatía hacia aquel animal. Era exactamente lo contrario de lo que había anticipado, pero -sin que pueda decir cómo ni por qué- su marcado cariño por mí me disgustaba y me fatigaba. Gradualmente, el sentimiento de disgusto y fatiga creció hasta alcanzar la amargura del odio. Evitaba encontrarme con el animal; un resto de vergüenza y el recuerdo de mi crueldad de antaño me vedaban maltratarlo. Durante algunas semanas me abstuve de pegarle o de hacerlo víctima de cualquier violencia; pero gradualmente -muy gradualmente- llegué a mirarlo con inexpresable odio y a huir en silencio de su detestable presencia, como si fuera una emanación de la peste.

Lo que, sin duda, contribuyó a aumentar mi odio fue descubrir, a la mañana siguiente de haberlo traído a casa, que aquel gato, igual que Plutón, era tuerto. Esta circunstancia fue precisamente la que lo hizo más grato a mi mujer, quien, como ya dije, poseía en alto grado esos sentimientos humanitarios que alguna vez habían sido mi rasgo distintivo y la fuente de mis placeres más simples y más puros.

El cariño del gato por mí parecía aumentar en el mismo grado que mi aversión. Seguía mis pasos con una pertinencia que me costaría hacer entender al lector. Dondequiera que me sentara venía a ovillarse bajo mi silla o saltaba a mis rodillas, prodigándome sus odiosas caricias. Si echaba a caminar, se metía entre mis pies, amenazando con hacerme caer, o bien clavaba sus largas y afiladas uñas en mis ropas, para poder trepar hasta mi pecho. En esos momentos, aunque ansiaba aniquilarlo de un solo golpe, me sentía paralizado por el recuerdo de mi primer crimen, pero sobre todo -quiero confesarlo ahora mismo- por un espantoso temor al animal.

Aquel temor no era precisamente miedo de un mal físico y, sin embargo, me sería imposible definirlo de otra manera. Me siento casi avergonzado de reconocer, sí, aún en esta celda de criminales me siento casi avergonzado de reconocer que el terror, el espanto que aquel animal me inspiraba, era intensificado por una de las más insensatas quimeras que sería dado concebir. Más de una vez mi mujer me había llamado la atención sobre la forma de la mancha blanca de la cual ya he hablado, y que constituía la única diferencia entre el extraño animal y el que yo había matado. El lector recordará que esta mancha, aunque grande, me había parecido al principio de forma indefinida; pero gradualmente, de manera tan imperceptible que mi razón luchó durante largo tiempo por rechazarla como fantástica, la mancha fue asumiendo un contorno de rigurosa precisión. Representaba ahora algo que me estremezco al nombrar, y por ello odiaba, temía y hubiera querido librarme del monstruo si hubiese sido capaz de atreverme; representaba, digo, la imagen de una cosa atroz, siniestra..., ¡la imagen del patíbulo! ¡Oh lúgubre y terrible máquina del horror y del crimen, de la agonía y de la muerte!

Me sentí entonces más miserable que todas las miserias humanas. ¡Pensar que una bestia, cuyo semejante había yo destruido desdeñosamente, una bestia era capaz de producir tan insoportable angustia en un hombre creado a imagen y semejanza de Dios! ¡Ay, ni de día ni de noche pude ya gozar de la bendición del reposo! De día, aquella criatura no me dejaba un instante solo; de noche, despertaba hora a hora de los más horrorosos sueños, para sentir el ardiente aliento de la cosa en mi rostro y su terrible peso -pesadilla encarnada de la que no me era posible desprenderme- apoyado eternamente sobre mi corazón.

Bajo el agobio de tormentos semejantes, sucumbió en mí lo poco que me quedaba de bueno. Sólo los malos pensamientos disfrutaban ya de mi intimidad; los más tenebrosos, los más perversos pensamientos. La melancolía habitual de mi humor creció hasta convertirse en aborrecimiento de todo lo que me rodeaba y de la entera humanidad; y mi pobre mujer, que de nada se quejaba, llegó a ser la habitual y paciente víctima de los repentinos y frecuentes arrebatos de ciega cólera a que me abandonaba.

Cierto día, para cumplir una tarea doméstica, me acompañó al sótano de la vieja casa donde nuestra pobreza nos obligaba a vivir. El gato me siguió mientras bajaba la empinada escalera y estuvo a punto de tirarme cabeza abajo, lo cual me exasperó hasta la locura. Alzando un hacha y olvidando en mi rabia los pueriles temores que hasta entonces habían detenido mi mano, descargué un golpe que hubiera matado instantáneamente al animal de haberlo alcanzado. Pero la mano de mi mujer detuvo su trayectoria. Entonces, llevado por su intervención a una rabia más que demoníaca, me zafé de su abrazo y le hundí el hacha en la cabeza. Sin un solo quejido, cayó muerta a mis pies.

Cumplido este espantoso asesinato, me entregué al punto y con toda sangre fría a la tarea de ocultar el cadáver. Sabía que era imposible sacarlo de casa, tanto de día como de noche, sin correr el riesgo de que algún vecino me observara. Diversos proyectos cruzaron mi mente. Por un momento pensé en descuartizar el cuerpo y quemar los pedazos. Luego se me ocurrió cavar una tumba en el piso del sótano. Pensé también si no convenía arrojar el cuerpo al pozo del patio o meterlo en un cajón, como si se tratara de una mercadería común, y llamar a un mozo de cordel para que lo retirara de casa. Pero, al fin, di con lo que me pareció el mejor expediente y decidí emparedar el cadáver en el sótano, tal como se dice que los monjes de la Edad Media emparedaban a sus víctimas.

El sótano se adaptaba bien a este propósito. Sus muros eran de material poco resistente y estaban recién revocados con un mortero ordinario, que la humedad de la atmósfera no había dejado endurecer. Además, en una de las paredes se veía la saliencia de una falsa chimenea, la cual había sido rellenada y tratada de manera semejante al resto del sótano. Sin lugar a dudas, sería muy fácil sacar los ladrillos en esa parte, introducir el cadáver y tapar el agujero como antes, de manera que ninguna mirada pudiese descubrir algo sospechoso.

No me equivocaba en mis cálculos. Fácilmente saqué los ladrillos con ayuda de una palanca y, luego de colocar cuidadosamente el cuerpo contra la pared interna, lo mantuve en esa posición mientras aplicaba de nuevo la mampostería en su forma original. Después de procurarme argamasa, arena y cerda, preparé un enlucido que no se distinguía del anterior y revoqué cuidadosamente el nuevo enladrillado. Concluida la tarea, me sentí seguro de que todo estaba bien. La pared no mostraba la menor señal de haber sido tocada. Había barrido hasta el menor fragmento de material suelto. Miré en torno, triunfante, y me dije: "Aquí, por lo menos, no he trabajado en vano".

Mi paso siguiente consistió en buscar a la bestia causante de tanta desgracia, pues al final me había decidido a matarla. Si en aquel momento el gato hubiera surgido ante mí, su destino habría quedado sellado, pero, por lo visto, el astuto animal, alarmado por la violencia de mi primer acceso de cólera, se cuidaba de aparecer mientras no cambiara mi humor. Imposible describir o imaginar el profundo, el maravilloso alivio que la ausencia de la detestada criatura trajo a mi pecho. No se presentó aquella noche, y así, por primera vez desde su llegada a la casa, pude dormir profunda y tranquilamente; sí, pude dormir, aun con el peso del crimen sobre mi alma.

Pasaron el segundo y el tercer día y mi atormentador no volvía. Una vez más respiré como un hombre libre. ¡Aterrado, el monstruo había huido de casa para siempre! ¡Ya no volvería a contemplarlo! Gozaba de una suprema felicidad, y la culpa de mi negra acción me preocupaba muy poco. Se practicaron algunas averiguaciones, a las que no me costó mucho responder. Incluso hubo una perquisición en la casa; pero, naturalmente, no se descubrió nada. Mi tranquilidad futura me parecía asegurada.

Al cuarto día del asesinato, un grupo de policías se presentó inesperadamente y procedió a una nueva y rigurosa inspección. Convencido de que mi escondrijo era impenetrable, no sentí la más leve inquietud. Los oficiales me pidieron que los acompañara en su examen. No dejaron hueco ni rincón sin revisar. Al final, por tercera o cuarta vez, bajaron al sótano. Los seguí sin que me temblara un solo músculo. Mi corazón latía tranquilamente, como el de aquel que duerme en la inocencia. Me paseé de un lado al otro del sótano. Había cruzado los brazos sobre el pecho y andaba tranquilamente de aquí para allá. Los policías estaban completamente satisfechos y se disponían a marcharse. La alegría de mi corazón era demasiado grande para reprimirla. Ardía en deseos de decirles, por lo menos, una palabra como prueba de triunfo y confirmar doblemente mi inocencia.

-Caballeros -dije, por fin, cuando el grupo subía la escalera-, me alegro mucho de haber disipado sus sospechas. Les deseo felicidad y un poco más de cortesía. Dicho sea de paso, caballeros, esta casa está muy bien construida... (En mi frenético deseo de decir alguna cosa con naturalidad, casi no me daba cuenta de mis palabras). Repito que es una casa de excelente construcción. Estas paredes... ¿ya se marchan ustedes, caballeros?... tienen una gran solidez.

Y entonces, arrastrado por mis propias bravatas, golpeé fuertemente con el bastón que llevaba en la mano sobre la pared del enladrillado tras de la cual se hallaba el cadáver de la esposa de mi corazón.

¡Que Dios me proteja y me libre de las garras del archidemonio! Apenas había cesado el eco de mis golpes cuando una voz respondió desde dentro de la tumba. Un quejido, sordo y entrecortado al comienzo, semejante al sollozar de un niño, que luego creció rápidamente hasta convertirse en un largo, agudo y continuo alarido, anormal, como inhumano, un aullido, un clamor de lamentación, mitad de horror, mitad de triunfo, como sólo puede haber brotado en el infierno de la garganta de los condenados en su agonía y de los demonios exultantes en la condenación.

Hablar de lo que pensé en ese momento sería locura. Presa de vértigo, fui tambaleándome hasta la pared opuesta. Por un instante el grupo de hombres en la escalera quedó paralizado por el terror. Luego, una docena de robustos brazos atacaron la pared, que cayó de una pieza. El cadáver, ya muy corrompido y manchado de sangre coagulada, apareció de pie ante los ojos de los espectadores. Sobre su cabeza, con la roja boca abierta y el único ojo como de fuego, estaba agazapada la horrible bestia cuya astucia me había inducido al asesinato y cuya voz delatadora me entregaba al verdugo. ¡Había emparedado al monstruo en la tumba!

H.P LOVECRAFT

BUENO HOY COLOCARE UN NUEVO CUENTO DE AQUELLOS QUE NOS DEJAN LA MENTE LLENA DE PENSAMIENTOS POSITIVOS JJJAJAJA

hoy les presento

LA TUMBA
de Hp lovecraft




«Sedibus ut saltem placidis in morte quiescam.»
-Virgilio

Al abordar las circunstancias que han provocado mi reclusión en este asilo para enfermos mentales, soy consciente de que mi actual situación provocará las lógicas reservas acerca de la autenticidad de mi relato. Es una desgracia que el común de la humanidad sea demasiado estrecha de miras para sopesar con calma e inteligencia ciertos fenómenos aislados que subyacen más allá de su experiencia común, y que son vistos y sentidos tan sólo por algunas personas psíquicamente sensibles. Los hombres de más amplio intelecto saben que no existe una verdadera distinción entre lo real y lo irreal; que todas las cosas aparecen tal como son tan sólo en virtud de los frágiles sentidos físicos y mentales mediante los que las percibimos; pero el prosaico materialismo de la mayoría tacha de locuras a los destellos de clarividencia que traspasan el vulgar velo del empirismo chabacano.

Mi nombre es Jervas Dudley, y desde mi más tierna infancia he sido un soñador y un visionario. Lo bastante adinerado como para no necesitar trabajar, y temperamentalmente negado para los estudios formales y el trato social de mis iguales, viví siempre en esferas alejadas del mundo real; pasando mi juventud y adolescencia entre libros antiguos y poco conocidos, así como deambulando por los campos y arboledas en la vecindad del hogar de mis antepasados. No creo que lo leído en tales libros, o lo visto en esos campos y arboledas, fuera lo mismo que otros chicos pudieran leer o ver allí; pero de tales cosas debo hablar poco, ya que explayarme sobre ellas no haría sino confirmar esas infamias despiadadas acerca de mi inteligencia que a veces oigo susurrar a los esquivos enfermeros que me rodean. Será mejor para mí que me ciña a los sucesos sin entrar a analizar las causas.

Ya he dicho que vivía apartado del mundo real, aunque no que viviera solo. Eso no es para seres humanos, ya que quien se aparta de la compañía de los vivos inevitablemente frecuenta la compañía de cosas que no tienen, o al menos no demasiada, vida. Cerca de mi casa existe una curiosa hondonada boscosa en cuyas profundidades umbrías pasaba la mayor parte del tiempo; leyendo, pensando y soñando. En sus musgosas laderas tuvieron lugar mis primeros pasos infantiles, y en torno a sus robles grotescamente nudosos se entretejieron mis primeras fantasías de adolescencia. Terminé por conocer bien a las dríadas tutelares de tales árboles, y a menudo he atisbado sus salvajes danzas a los fieros rayos de la luna menguante... pero no debo hablar ahora de eso. Debo ceñirme a la tumba abandonada de los Hydes, una vieja y rancia familia cuyo último descendiente directo había sido introducido en su negro seno décadas antes de mi nacimiento.

Esta cripta de la que hablo es de viejo granito, carcomido y descolorido por brumas y humedades de generaciones. Excavado en la ladera, tan sólo la entrada de la estructura resulta visible. La puerta, un bloque pesado e imponente de piedra, cuelga sobre oxidados goznes de hierro, y se encuentra entornada de forma extraña y siniestra, mediante pesadas cadenas y candados, siguiendo una rústica costumbre de hace medio siglo. La residencia del linaje cuyos vástagos yacen aquí en urnas, antiguamente coronaba la cuesta donde se halla la tumba, pero hace mucho que se derrumbó víctima de las llamas provocadas por la desastrosa caída de un rayo. Los más viejos del lugar a veces hablan con voces apagadas e inquietas acerca de la tormenta de medianoche que destruyó esa melancólica mansión; mencionando lo que ellos llaman «cólera divina» en una forma tal que en años posteriores aumentaría la siempre fuerte fascinación que sentía por ese sepulcro devorado por las malezas. Tan sólo un hombre había perecido por el fuego. Cuando el último de los Hydes fue sepultado en este lugar de sombras y quietud, aquella triste urna de cenizas había llegado de una tierra distante, ya que la familia se había marchado tras el incendio de la mansión. Ya no queda nadie para depositar flores en el portal de granito, y pocos se aventuran entre las deprimentes sombras que parecen demorarse en forma extraña alrededor de sus piedras gastadas por el agua.

Nunca olvidaré la tarde en que me encontré por primera vez con esa casa de muerte casi oculta. Era mediado el verano, cuando la alquimia de la naturaleza transmuta el paisaje silvestre en una vívida y casi homogénea masa de verdor; cuando los sentidos se ven intoxicados por oleadas de húmedo verdor y el aroma sutilmente indefinible de la tierra y la vegetación. En tales parajes la mente pierde la perspectiva; tiempo y espacio se hacen vanos e irreales, y los sucesos de un pasado perdido laten insistentemente sobre la conciencia cautivada. Estuve vagabundeando todo el día a través de las místicas arboledas; pensando en cosas de las que no hace falta hablar y conversando con seres que no debo mencionar. A la edad de diez años, yo había visto y oído multitud de maravillas ocultas para el vulgo; y era curiosamente viejo en ciertos aspectos. Cuando, tras abrirme paso entre dos exuberantes zarzales, me topé bruscamente con la entrada de la cripta, yo no sabía lo que había descubierto. Los oscuros bloques de granito, la puerta tan curiosamente entreabierta, y los relieves funerarios sobre el arco, no despertaron en mí asociaciones tristes o terribles. Sobre tumbas y sepulcros ya era mucho lo que sabía e imaginaba, aunque por mi peculiar carácter me había apartado de todo contacto con camposantos y cementerios. La extraña casa de piedra en la ladera representaba para mí una fuente de interés y especulaciones; y su interior frío y húmedo, dentro del que vanamente trataba de ojear a través de la abertura tan incitantemente dispuesta, no tenía para mí connotaciones de muerte o decadencia. Pero de ese instante de curiosidad nació el loco e irracional deseo que me ha conducido a este infierno de reclusión. Azuzado por una voz que debía proceder del espantoso corazón de la espesura, resolví penetrar aquellas tinieblas que me reclamaban, a pesar de las cadenas que impedían mi acceso. En la menguante luz del día, alternativamente sacudí los herrumbrosos impedimentos, dispuesto a franquear la puerta de piedra, e intenté escurrir mi magro cuerpo a través del espacio ya abierto; pero nada de todo esto resultó. Tras la curiosidad del principio, ahora me encontraba frenético; y cuando en el crepúsculo que avanzaba volví a casa, había jurado al centenar de dioses del bosque que, a cualquier precio, algún día me abriría paso hasta las oscuras y heladas profundidades que parecían reclamarme. El médico de barba gris que acude cada día a mi cuarto dijo una vez a un visitante que tal decisión representaba el comienzo de una penosa monomanía; pero esperaré el juicio final de los lectores cuando éstos hayan sabido todo.

Consumí los meses posteriores al descubrimiento en inútiles tentativas de forzar el complejo candado de la cripta entreabierta, así como en discretas indagaciones acerca de la naturaleza e historia de esa estructura. Con el oído tradicionalmente receptivo de los niños, aprendí mucho, aun cuando mi habitual reserva me llevó a no comunicar a nadie ni esos datos ni la decisión tomada. Quizás debiera mencionar que no me sorprendí ni me aterré al conocer la naturaleza de la cripta. Mis originales ideas acerca de la vida y de la muerte me habían llevado a asociar, de alguna vaga forma, la fría arcilla y el cuerpo animado; y sentí que esa grande y siniestra familia de la mansión incendiada estaba en algún modo presente en el pétreo recinto que yo trataba de explorar. Las habladurías sobre ritos salvajes e idólatras orgías ocurridas antiguamente en el viejo lugar despertaban en mí un nuevo y poderoso interés por la tumba, ante cuyas puertas podía sentarme durante horas y más horas cada día. En cierta ocasión lancé una vela por la rendija de la entrada; pero no pude ver nada sino un tramo de húmedos peldaños que descendía. El olor del lugar me repelía al tiempo que me fascinaba. Sentía haberlo aspirado ya antes, en un remoto pasado anterior a todo recuerdo; previo incluso a mi estancia en el cuerpo que ahora habito.

El año siguiente al descubrimiento de la tumba encontré una traducción carcomida por los gusanos de las Vidas de Plutarco en el ático atestado de libros de mi hogar. Leyendo la vida de Teseo, quedé sumamente impresionado por aquel pasaje que habla sobre la gran roca bajo la que el héroe infantil habría de encontrar las señales de su destino, tras hacerse lo suficientemente adulto como para alzar su enorme peso. Esa leyenda consiguió aplacar mi acuciante impaciencia por penetrar la cripta, ya que me hizo percibir que aún no había llegado el tiempo. Más tarde, me dije, alcanzaría fuerza e ingenio bastantes como para franquear con facilidad la puerta pesadamente encadenada; pero hasta ese momento debía conformarme con lo que parecían los designios del Destino.

En consecuencia, la atención dedicada al húmedo portal se tornó menos persistente, y dediqué mucho de mi tiempo a otras meditaciones sobre asuntos igualmente extraños. A veces me levantaba sigilosamente durante la noche, saliendo a pasear por aquellos camposantos y cementerios de los que mis padres me habían mantenido alejado. Qué hacía allí no sabría decir, ya que no estoy seguro de la realidad de algunos hechos; pero sé que al día siguiente de alguno de tales paseos solía asombrarme con la posesión de un conocimiento sobre temas casi olvidados durante muchas generaciones. Fue durante una noche así que estremecí a la comunidad con una extraña hipótesis acerca del enterramiento del rico y famoso hacendado Brewster, una celebridad local sepultada en 1711 y cuya lápida de pirraza, ostentando el grabado de una calavera y dos tibias cruzadas, iba convirtiéndose lentamente en polvo. En un instante de infantil imaginación juré no sólo que el enterrador, Goodman Simpson, había hurtado sus zapatos con hebilla de plata, medias de seda y calzones de raso al muerto antes del entierro; sino que el mismo hacendado, aún vivo, se había girado por dos veces en su ataúd cubierto de tierra el día después de ser sepultado.

Pero la idea de penetrar la tumba nunca abandonó mis pensamientos; viéndose de hecho estimulada por el inesperado descubrimiento genealógico de que mis propios antepasados maternos mantenían un ligero parentesco con la familia de los Hydes, considerada extinta. El último de mi rama paterna, yo era asimismo el último de ese linaje más viejo y misterioso. Comencé a considerar esa tumba como mía, y a esperar con ansiedad el futuro, esperando el momento en que pudiera traspasar la puerta de piedra y descender en la oscuridad aquellos viscosos peldaños de piedra. Adquirí el hábito de escuchar con gran atención junto al portal entornado, eligiendo para esa curiosa vigilia mis horas preferidas, en la quietud de la medianoche. Al alcanzar la edad adulta, había abierto un pequeño claro en la espesura, ante la fachada cubierta de moho de la ladera, permitiendo a la vegetación adyacente circundar y cubrir aquel espacio, a semejanza de un selvático enramado. Tal enramado era mi templo, la puerta aherrojada del santuario, y aquí yacía tendido en el musgoso suelo, sumido en extraños pensamientos y enroñando sueños extraños.

La noche de la primera revelación hacía bochorno. Debí quedarme dormido a causa del cansancio, ya que tuve la clara sensación de despertar al oír las voces. Dudo de mencionar sus tonos y acentos; de su cualidad no quiero ni hablar; pero puedo decir que había extraordinarias diferencias en su vocabulario, pronunciación y en la construcción de frases. Cada matiz del dialecto de Nueva Inglaterra, desde las groseras sílabas de los colonos puritanos a la retórica precisa de cincuenta años atrás, parecían hallarse representadas en aquel sombrío coloquio, aunque sólo más tarde caí en la cuenta. En ese instante, de hecho, mi atención estaba distraída con otro fenómeno; un suceso tan fugaz que no podría jurar que haya sucedido realmente. Apenas creí estar despierto, cuando una luz se apagó apresuradamente dentro del hondo sepulcro. No creo haber quedado pasmado o sumido en el pánico, aunque soy consciente de haber sufrido un cambio grande y permanente durante esa noche. Al volver a casa me dirigí sin vacilar a un podrido arcón del ático, en cuyo interior encontré la llave que al día siguiente abriría fácilmente la barrera contra la que tanto tiempo había luchado en vano.

Fue al suave resplandor del final de la tarde cuando por vez primera accedí a la cripta de la ladera abandonada. Un hechizo me envolvía, y mi corazón latía con un alborozo que apenas puedo describir. Mientras cerraba a mis espaldas la puerta y descendía los pringosos escalones a la luz de mi solitaria vela, creí reconocer el camino y, aunque la vela chisporroteaba debido al sofocante ambiente del lugar, me sentía singularmente a gusto con aquel aire viciado, como de osario. Mirando alrededor, columbré multitud de losas de mármol sobre las que reposaban ataúdes, o restos de ataúdes. Algunos estaban sellados e intactos, pero otros casi se habían deshecho, dejando las manijas de plata y placas caídas entre algunos curiosos montones de polvo blancuzco. En una de las placas leí el nombre de sir Geoffrey Hyde, que había llegado de Sussex en 1640 y muerto aquí unos años después. En un llamativo nicho había un ataúd bastante bien conservado y vacío que me hizo sonreír a la par que estremecer. Un extraño impulso me llevó a encaramarme a la amplia losa, apagar la vela y yacer dentro de la caja desocupada.

Con la luz gris del alba salí dando tumbos de la cripta y aseguré la cadena de la puerta a mi espalda. Ya no era un joven, aun cuando tan sólo veintiún inviernos habían pasado por mi envoltura corporal. Los aldeanos más madrugadores que alcanzaron a presenciar mi vuelta a casa me contemplaron atónitos, asombrados de los signos de juerga tormentosa visibles en alguien cuya vida era tenida por sobria y solitaria. No me mostré ante mis padres hasta después de un largo y reparador sueño.

En adelante frecuenté cada noche la tumba; viendo, escuchando y realizando actos que jamás debo revelar. Mi forma de hablar, siempre susceptible de las influencias más inmediatas, fue lo primero en sucumbir al cambio, y la súbita aparición de arcaísmos en mi habla fue pronto advertida. Más tarde, mi conducta se tiñó de extraño valor y temeridad, hasta el punto de que inconscientemente comencé a adoptar la actitud de un hombre de mundo, a pesar de mi reclusión de por vida. Mi anteriormente silenciosa lengua se tornó voluble, con la gracia fácil de un Chesterfield o el cinismo ateo de un Rochester. Mostraba una curiosa erudición, completamente alejada de los saberes fantásticos y monacales de los que me había empapado en mi juventud, y cubría las hojas de guarda de mis libros con fáciles e improvisados epigramas que tenían influencias de Gay, Prior y los más vivos de los burlones y poetas augustos. Una mañana, durante el desayuno, me puse al borde del desastre al declamar con acentos netamente ebrios una efusión de alegría bacanal del siglo dieciocho; un soplo de alegría georgiana nunca consignada en libros, que rezaba más o menos así:

Acudid acá, mozos, con vuestras jarras de cerveza,
Y bebed por el presente antes de que se esfume;
Apilad en vuestro plato una montaña de carne,
Pues el comer y el beber nos brinda alivio:
Así que colmad vuestros vasos,
Ya que la vida pronto pasará;
¡Cuando estéis muertos no brindaréis a la salud
del rey o de vuestra chica!
Anacreonte tenía la nariz roja, según cuentan:
¿Pero qué es una nariz colorada a cambio de estar alegre y vivaz?
¡Dios me valga! Mejor rojo como estoy aquí,
que blanco como un lirio... ¡y muerto medio año!
Así que Betty, mi dama,
Ven y dame un beso;
¡En el infierno no hay hija de ventero que se te pueda comparar!
El joven Harry se mantiene todo lo tieso que puede,
Pronto perderá la peluca y caerá bajo la mesa;
Pero colmad vuestras copas y hacerlas circular...
¡Mejor bajo la mesa que bajo tierra!
Así que reíd y gozad Bebed sin cesar:
¡Bajo seis pies de tierra no os será tan fácil el disfrutar!
¡El diablo me confunda! Apenas puedo andar,
¡Maldito sea si puedo tenerme en pie o hablar!
Aquí, posadero, manda a Betty por una silla;
¡Me iré a casa en un rato, ya que mi mujer no está!
Así que echadme una mano;
No me tengo en pie,
¡Pero contento estoy mientras me mantenga sobre la tierra!
Por esa época comencé a albergar mi actual miedo al fuego y las tormentas. Antes indiferente a tales cosas, sentía ahora un inexplicable horror ante ellas; y era capaz de recogerme al rincón más profundo de la casa cuando los cielos amenazaban con aparato eléctrico. Uno de mis refugios favoritos durante el día era el ruinoso sótano de la mansión quemada, y con la imaginación podría pintar la estructura tal y como había sido antiguamente. En cierta ocasión asusté a un aldeano conduciéndolo en secreto a un sombrío subsótano cuya existencia me parecía conocer a pesar del hecho de que había permanecido desconocido y olvidado durante muchas generaciones.

Al final ocurrió lo que tanto había temido. Mis padres, alarmados por la alteración de ademanes y apariencia de su único hijo, comenzaron a ejercer sobre mis movimientos un discreto espionaje que amenazaba con conducirme al desastre. No había comentado a nadie mis visitas a la tumba, habiendo guardado mi secreto propósito con religioso celo desde la infancia; pero ahora me veía obligado a guardar precauciones cuando deambulaba por los laberintos de la hondonada boscosa, ya que debía despistar a un posible perseguidor. Guardaba la llave de la cripta colgando de un cordel alrededor de mi cuello, cuya existencia tan sólo era conocida por mí. Nunca saqué del sepulcro ninguna de las cosas que encontré entre sus muros.

Una mañana, mientras salía de la húmeda tumba y cerraba las cadenas del portal con mano no demasiado firme, advertí en un matorral adyacente el rostro de un observador. Sin duda, el fin estaba cerca; ya que mi enramado había sido descubierto y el objeto de mis salidas nocturnas desvelado. El hombre no se me acercó, por lo que me apresuré a volver a casa en un esfuerzo por espiar lo que pudiera informar a mi preocupado padre. ¿Iban mis estancias más allá de la puerta encadenada a ser reveladas al mundo? Imaginen mi regocijado asombro cuando escuché al espía contar a mi padre con un precavido susurro que yo había pasado la noche en el enramado exterior a la tumba; ¡con mis ojos somnolientos clavados en la hendidura que entreabría la puerta aherrojada! ¿Mediante qué milagro se había visto engañado el observador? Ahora estaba convencido de que un agente sobrenatural me protegía. Envalentonado por tal circunstancia celestial, volví a visitar abiertamente la cripta, seguro de que nadie podría presenciar mi entrada. Durante una semana degusté al completo los placeres de ese osario común que no debo describir, cuando aquello sucedió, y me arrancaron de allí para traerme a este maldito lugar de pesar y monotonía.

No debí salir esa noche, ya que el estigma del trueno acechaba en las nubes, y una infernal fosforescencia brotaba del fétido pantano ubicado al fondo de la hondonada. La llamada de los muertos, también, era distinta. En vez de la tumba de la ladera, procedía del calcinado sótano en lo alto, cuyo demonio tutelar me hacía señas con dedos invisibles. Cuando salí de una arboleda intermedia al llano que hay ante las ruinas, contemplé a la brumosa luz lunar, algo que siempre había esperado vagamente. La mansión, desaparecida un siglo antes, alzaba una vez más sus majestuosas formas ante la mirada extasiada; cada ventana resplandecía con el fulgor de multitud de velas. Por el largo sendero acudían los carruajes de la aristocracia de Boston, al tiempo que una muchedumbre de petimetres empolvados iba llegando a pie desde las mansiones vecinas. Con tal gentío me mezclé, a sabiendas de que mi sitio estaba entre los anfitriones, no entre los invitados. En el salón sonaba la música, risas, y el vino estaba en cada mano. Reconocí algunas caras, aunque las hubiera distinguido mucho mejor de haber estado secas, o consumidas por la muerte y la descomposición. Entre una multitud salvaje y audaz yo era el más extravagante y disipado. Alegres blasfemias brotaban a torrentes de mis labios, y mis bruscos chascarrillos no respetaban la ley de Dios, el Hombre o la Naturaleza. Súbitamente, un retumbar de trueno, haciéndose oír aún sobre el estrépito de aquella juerga tumultuosa, rasgó el mismo tejado e impuso un soplo de miedo en aquella porcina compañía. Rojas llamaradas y tremendas ráfagas de calor envolvieron la casa, y los concelebrantes, aterrorizados por el descenso de una calamidad que parecía trascender los designios de una naturaleza ciega, huyeron vociferando en la noche. Tan sólo quedé yo, atado a mi asiento por un terror mortal jamás sentido hasta entonces. Y en ese instante un segundo horror tomó posesión de mi alma. Quemado vivo hasta ser reducido a cenizas, mi cuerpo disperso a los cuatro vientos, ¡jamás podría yacer en la tumba de los Hydes! ¿Acaso no tenía derecho a descansar durante el resto de la eternidad entre los descendientes de sir Geoffrey Hyde? ¡Sí! ¡Reclamaría mi herencia de muerte aun cuando mi espíritu hubiera de buscar durante eras otra morada carnal que la situase en aquella losa vacía del nicho de la cripta. ¡Jervas Hyde nunca arrostraría el triste destino de Palinuro!

Mientras el espejismo de la casa ardiente se desvanecía, me encontré gritando y debatiéndome como un loco entre los brazos de dos hombres, uno de los cuales era el espía que me había seguido hasta la tumba. La lluvia caía a raudales, y sobre el horizonte sur había fogonazos de los relámpagos que acababan de pasar sobre nuestras cabezas. Mi padre, con el rostro surcado de pesar, no hacía gesto mientras yo le pedía a voces que me dejara reposar en la tumba, advirtiendo con frecuencia a mis captores que me trataran con toda la delicadeza posible. Un círculo oscurecido en el suelo del arruinado sótano indicaba un violento golpe de los cielos, y en esa parte un grupo de aldeanos curiosos con linternas indagaban en una pequeña caja de antigua factura que la caída del rayo había aflorado a la luz. Cesando en mis inútiles y ahora sin objeto forcejeos, observé a los espectadores mientras examinaban el hallazgo, y se me permitió participar de su descubrimiento. La caja, cuyos cerrojos habían sido rotos por el golpe que la había desenterrado, contenía multitud de documentos y objetos de valor; pero yo tan sólo tenía ojos para una cosa. Era la miniatura en porcelana de un joven con una elegante peluca de rizos, ostentando las iniciales «J. H.». El rostro era tal y como yo me veía, de suerte que bien pudiera haber estado contemplándome en un espejo.

Al día siguiente me trajeron a este cuarto con barrotes en la ventana, pero me he mantenido al tanto de ciertas cosas merced a un sirviente no muy espabilado, y ya de edad, por quien sentí gran cariño durante la infancia, y quién, al igual que yo, ama los cementerios. Lo que me he atrevido a contar de mis experiencias dentro de la cripta tan sólo me ha brindado sonrisas conmiserativas. Mi padre, que me visita a menudo, dice que no he traspasado el portal encadenado, y jura que el herrumbroso cerrojo, cuando él lo examinó, no daba muestras de haber sido tocado en cincuenta años. Incluso afirma que todo el pueblo conocía mis viajes a la tumba, y que con frecuencia me observaban durmiendo en el enramado exterior a la espantosa fachada, los ojos entreabiertos y fijos en el resquicio que conduce al interior. Contra tales afirmaciones carezco de pruebas, ya que mi llave se perdió durante la lucha en esa noche de horror. Las extrañas cosas del pasado que aprendí durante aquellos encuentros nocturnos con los muertos son atribuidos al fruto de mi codicioso e incesante hojear de los viejos volúmenes de la biblioteca familiar. De no haber sido por mi viejo criado Hiram, a estas alturas yo mismo estaría bastante convencido de mi propia locura.

Pero Hiram, fiel hasta el final, ha tenido fe en mí y ha provocado lo que me lleva a publicar al menos parte de esta historia. Hace una semana forzó el cerrojo que aseguraba la puerta de la tumba perpetuamente entornada y descendió con una linterna a las sombrías profundidades. En una losa, en el interior de un nicho, descubrió un ataúd viejo, pero vacío, en cuya deslustrada placa reza esta simple palabra: «Jervas.» En ese ataúd y en esa cripta me ha prometido que seré sepultado.

FIN

martes, 13 de julio de 2010

Parálisis Permanente






genero: post punk de culto

Parálisis Permanente fue un grupo español de post punk de la década de los ochenta, al que se considera iniciador de una corriente de sonido oscuro dentro de la llamada movida madrileña. Surgidos a principios de la década en Madrid, inicialmente como grupo paralelo de dos miembros de Alaska y los Pegamoides, sacaron un único LP y vieron truncada violentamente su prometedora carrera cuando se encontraban en su mejor momento. Pese a su breve recorrido, hoy en día se les considera una banda de culto dentro de las contraculturas siniestra y punk española, además de encajar en el prototipo de banda maldita en la que la sombra de un final trágico se proyecta sobre la obra haciendo que esta tome una mayor relevancia, no sólo por lo que es, sino, además, por lo que pudo haber sido.


discos

El Acto (1982)




1 Adictos a la Lujuria ::
2 Vamos a Jugar ::
3 Te Gustará ::
4 Héroes ::
5 Tengo un Precio ::
6 Jugando a las Cartas ::
7 El Acto ::
8 Esto No Es ::
9 Quiero Ser Tu Perro ::
10 Bacanal ::
11 Todo el Mundo ::
12 Tengo un Pasajero ::
13 Esa Extraña Sonrisa ::

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Singles y primeras grabaciones (1985)




1 Autosuficiencia ::
2 Quiero ser santa ::
3 Unidos ::
4 Yo no ::
5 Sangre ::
6 Un día en Texas ::
7 Nacidos para dominar ::
8 Autosuficiencia ::
9 ¿Porque? ::
10 Jugando a las cartas en el cementerio
11 Lección de inglés ::
12 Resplandor ::
13 Miedo ::

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lunes, 12 de julio de 2010

mega post tim burton






Alice In Wonderland


Titulo: Alice In Wonderland [2010]
Director: Tim Burton
País: USA
Genero: Fantasía Animación
Duración: 01:40 Hr aprox.
Idioma: Ingles C/Sub. Español
Tamaño: 367 MB aprox.
Formato: Rmvb
Calidad: Regular
Sinopsis: Alicia (Mia Wasikowska), una joven de 19 años, asiste a una fiesta en una mansión victoriana, donde descubre que está a punto de recibir una propuesta de matrimonio frente a un montón de gente estirada de la alta sociedad. Alicia entonces se escapa, corriendo tras un conejo blanco, entra a un agujero tras él... y acaba en el país de las Maravillas, un lugar que visitó hace 10 años, pero el cual no recuerda. El país de las Maravillas era un reino pacífico hasta que la Reina Roja (Helena Bonham Carter) derrocó a su hermana, la Reina Blanca (Anne Hathaway). Las criaturas del país de las maravillas, listos para la revuelta, esperan que Alicia les ayude, y éstas a su vez le ayudarán a recordar su primera visita al mágico reino... Basada en el popular libro de Lewis Carroll, ambientada diez años después de los eventos contados en el mismo.


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SWEENEY TOOD


Director: Tim burton
Reparto: jhonny Deep, Helena Bonham Carter
Año:2007
Duracion: 156 min
Categorías de la película: Musical. Thriller
Idioma: spanish.
Sinopsis de la película: Basada en un famoso musical de Broadway, narra la historia de Benjamin Barker, también conocido como "Sweeney Todd" (Johnny Depp), un siniestro personaje que tiene una barbería en Londres donde la navaja de afeitar apura demasiado...


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SLEEPY HOLLOW

Formato: DVD-Rip
Calidad: Alta
Audio: Alta
Idioma: Español
Director: Tim Burton
Tamaño del archivo: 699,97 MB
Reparto: Jhonny Deep, Crhistina Ricci Miranda Richadson, Michael Gambon, Casper Van Dier, Jeffrey Jones, Richard Griffiths, Lisa Marie.
Duración: 101 min.
Reseña: En una recóndita localidad están sucediendo macabros asesinatos, todos perpetrados por la noche y con el mismo resultado: la decapitación de la víctima. El asesino: el temible Jinete sin Cabeza. Aterrorizados por este demonio que les persigue, los lugareños reciben a un inventivo detective que intentará dar una explicación lógica a la leyenda y averiguar la razón de los crímenes.

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Eduardo Manostijeras

Resumen: Durante una noche de Navidad, una anciana le cuenta a su nieta la historia de Eduardo Manostijeras (Johnny Depp), un muchacho creado por un extravagante inventor (Vincent Price) que no pudo acabar su obra, y que dejó al joven con afiliadas cuchillas en el lugar de sus manos.

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Mars attack

Resumen: Parodia de los filmes de ciencia ficción de los años 50. Unos platillos volantes procedentes de Marte se encuentran sobre todas las capitales del mundo, y toda la humanidad contiene la respiración esperando ver cuáles son sus intenciones. Entre ellos está el presidente de los Estados Unidos, cuyo asesor científico le asegura que serán absolutamente pacíficos. Sin embargo sus asesores militares le aconsejan que aniquile a los marcianos antes de que sea demasiado tarde.

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Catacombs (2007)




Trata sobre una chica que en su primera visita al extranjero acude a una fiesta en las Catacumbas, un laberinto de 200 millas de túneles bajo París, donde reposan los restos de más de 7 millones de personas. En un despiste, la jóven se separa de sus amigos. A partir de ese momento ella está convencida de que alguien o algo le persigue.


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pass: 51x0ut@3nt3n51ty

subtitulos : http://files2.subdivx.com/94318.zip

eyaculacion post morten




TrackList:


01. Cromosoma XYY
02. Un Dia Gris
03. Dios ha Muerto
04. Anochecer
05. Audicion Estacionaria
06. Medio Muerto
07. Asfixia
06. Que Solos se Quedan los Vivos
09. Desgracia Subcutanea
10. El Analizador de Espectros
11. Fotofobia
12. Requiem
13. Transilvania (ebm mix)



http://www.mediafire.com/?dvwnydzxjty

cinema strange







Track List:

01.Aboriginal Anemia
02.Moundshroud
03.Nightfalls
04.Sadist Sagittarius
05.En Hiver
06.Laughing Bloody Murder
07.Mediterranean Widow
08.Hebenon Vial
09.Lindsay's Trachea
10.Greensward Grey



http://www.mediafire.com/?2xtzd5xcxtt

martes, 8 de junio de 2010

namnambulu





blind? (CD EP) 27.07.2002
1. Now Or Never
2. Ignorance
3. Surviving
4. Trapped
5. Guardian Angel
6. Nightmares


http://www.megaupload.com/?d=KHTCFWPL

salò



calidad: dvdrip
tamaño: 678578176 bytes
tipo de archivo: avi (divx)
tamaño de imagen: 800x528
idioma: castellano (español de españa)


pasolini paso pedazo de su infancia en la republica de salo. durante este tiempo fue testigo de muchas crueldades por pedazo del ejercito italiano. muchos de sus recuerdos de la experiencia condujeron a la conceptualizacion de salo. tambien proclamo que la pelicula periodo altamente simbolica y metaforica; por ejemplo, la escena en que se comen heces seria una acusacion a los alimentos producidos en masa, a los cuales el llamaba «basura inutil».



cuatro hombres poderosos, llamados el presidente, el duque, el obispo y el magistrado, acuerdan casar a las hijas de cada cual en un ceremonial libertino. con la subsidio de varios colaboradores, secuestran a dieciocho jovenes (nueve hombres y nueve mujeres) y los conducen a un palacio cerca de marzabotto. con ellos estan cuatro ex-prostitutas, tambien colaboradoras, cuya funcion s periodo la de comprobar historias que exciten a los hombres poderosos, quienes entonces explotaran sexual y sadicamente a sus victimas.

la discusión acerca de la pelicula existe hasta hoy, con muchos elogiando la pelicula por su intrepidez y talante en mirar lo impensado, mientras otros la condenan rotundamente por ser poco mas que una pretenciosa pelicula de explotacion.



la pelicula ha sido prohibida en varios paises debido a su grafico retrato de la violacion, la suplicio y el asesinato (de personas que sospechosamente parecen menores de 18 años de edad). se han formulado muchas preguntas acerca de la legalidad de la pelicula; por ejemplo, si los actores o actrices que participaron en los actos (evidentemente simulados) sexuales o violentos de la pelicula periodon mayores de edad.

fue prohibida en australia en 1976, permitida en 1993 y recensurada en 1998.



criticas

ultima pelicula de pasolini (el controvertido realizador italiano fue asesinado antes del estreno de esta obra), basada en la obra del marques de sade pero ambientada en la italia fascista de mussolini de 1944. debido a su contenido erotico y moral, el polemico film tuvo su estreno prohibido en montón de paises.


critica personal:

personal mente creo k es una pelicu de un sentido sadomasoquista muy buena en realidad deves tener estomago para verla en algunos tramos dela pelicula ta ara vomitar y entron ste reisar la pelicula juega con ala crueldad el sadismo y la indignacion politica ...




http://hotfile.com/dl/40257159/8908e84/120_dias_de_sodoma.part1.rar.html

http://hotfile.com/dl/40257162/373d388/120_dias_de_sodoma.part2.rar.html

http://hotfile.com/dl/40257194/a442345/120_dias_de_sodoma.part3.rar.html

http://hotfile.com/dl/40257207/5afe5bb/120_dias_de_sodoma.part4.rar.html

http://hotfile.com/dl/40257333/3dd8127/120_dias_de_sodoma.part5.rar.html

http://hotfile.com/dl/40257284/8729f0c/120_dias_de_sodoma.part6.rar.html

http://hotfile.com/dl/40257276/2716540/120_dias_de_sodoma.part7.rar.html

lunes, 17 de mayo de 2010

Sopor Aeternus - Songs from the Inverted Womb









Este es el septimo disco de Sopor Aeternus & The Ensemble of Shadows, lanzado en el 2000.

Año:2000
Genero: Darkwave
Peso:parte 1: 95.37 MB
parte 2: 5.14 MB


Tracklist

1. Something wicked this way comes...
2. Tales from the inverted Womb
3. Do you know about the water of life?
4. ...And Bringer of Sadness
5. Résumé...
6. Totes Kind / Little dead Boy
7. May I kiss your Wound?
8. Saturn devouring his Children
9. There was a Country by the Sea
10. Little velveteen Knight
11. Eldorado (by Edgar Allan Poe)


LINKS DE DESCARGA:

parte 1: http://www.mediafire.com/?m9zm3tuyn4g

parte 2: http://www.mediafire.com/?wego4ygzfib


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Sopor Aeternus - Jekura - Deep The Eternal Forest









De este disco no tengo mucha información salvo que es una compilación de varios artistas incluyendo un proyecto paralelo de Sopor Aeternus llamado White Onix Elephants el cual deja en este disco 4 temas, 2 de ellos son covers de Black Sabbath (Paranoid y A National Acrobat).

Año:1995
Genero: Darkwave
Peso:89.07 MB

Tracklist

01. Introduction- the Termite People
02. Smurf in the Gulag
03. Ecoterrorist (Gut Mix)
04. Ordo Eqvitum Solis - Dialogo su Falsi Pentimenti
05. Aadom - Christbearing Forms - Wilderness Of A Daily Dre
06. Tabôr C'Alan o'itanâ
07. Jack or Jive - Venus
08. N.L.C. - Psychoplastic Experience
09. The Raij - Cantata Sacra
10. Leitmotiv - Crossing on the Green Shadow's Land
11. Requiem in White - Santonin's Kiss
12. Diô N'Arâp
13. Die Bunker - Josiphine
14. White Onyx Elephants - Deep The Eternal Forest


LINK DE DESCARGA: http://www.mediafire.com/?wljx2lttt1n


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Sopor Aeternus - Todeswunsch - Sous le Soleil de
Saturne








Este es el segundo disco de Sopor Aeternus & The Ensemble Of Shadows lanzado en 1995 la principal caracteristica de este disco es el brusco cambio musical comparandolo con su anterior trabajo, haciendose mas barroca y mas medieval. La tapa del disco en su primera edición (fue relanzado en 1999 y 2003) es la pintura de "La Muerte de la Virgen de Michelangelo Merisi da Caravaggio".

Año:1995
Genero: Darkwave
Peso:98.52 MB

Tracklist

1. Flesh Crucifix (Suffering from Objectivity)
2. Die Bruderschaft des Schmerzes (Die Unbegreiflichkeit des Dunklen Pfades, den die Kinder Saturns gehen)
3. Shadowsphere I & II (The Monologue-World and the subconscious Symbols)
4. Saltatio Crudelitatis (Tanz der Grausamkeit, vers.)
5. Just a Song without a Name
6. Soror Sui Excidium (Geliebte Schwester Selbstzerstörung)
7. Le Théâtre de la Blessure sacrée
8. The Devil's Instrument
9. Todeswunsch (vers.)
10. Drama der Geschlechtslosigkeit (part 1)
11. Freitod-Phantasien
12. Drama der Geschlechtslosigkeit (part 2)
13. Saturn-Impressionen
14. Somnabulist's secret Bardo-Life (Does the Increase of Pain invite the Absence of Time?)
15. Not dead but dying
16. Only the Dead in the Mist
17. This profane Finality
18. Cage within a Cage... (...within a Cage within a cage...)


LINK DE DESCARGA: http://www.mediafire.com/?bwebnt1ijv2


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Sopor Aeternus - Voyager - The Jugglers of Jusa (1997)








Este es el cuarto album de Sopor Aeternus & The Ensemble Of Shadows lanzado en 1997 como acompañamiento del "The Inexperienced Spiral Traveller", este disco consta de remixes de ese mismo disco junto con la incorporación de 2 versiones de "The inocence of the devils" (un poema de Edgar Allan Poe) llamado "Alone" y "Alone II".

Año:1997
Genero: Darkwave
Peso:51.48 MB

Tracklist

1. The inexperienced Spiral Traveller *a fragment* II
2. Ein freundliches Wort... (...hat meine Seele berührt.) (defined and fragile)
3. Memalon II
4. The Innocence of Devils: "Alone" (E. A. Poe)
5. Modela est
6. Birth (instr.)
7. Feralia Genitalia (Arrival of the Jugglers)
8. Menuetto
9. Saturn-Impressionen (Jusa, Jusa)
10. May I kiss your Wound? (Saturn:Orion)
11. Alone II
12. The inexperienced Spiral Traveller *a fragment* II (instr.)


LINK DE DESCARGA: http://www.mediafire.com/?3yxdyezlm4j


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Sopor Aeternus - The Inexperienced Spiral Traveller (1997)








Este es el tercer disco de Sopor Aeternus & The Ensemble Of Shadows, lanzado en el año 1997. Anna Varney ha dicho de este disco que es su peor trabrajo, este disco fue relanzado en 2004 con un arte de tapa nuevo.

Año:1997
Genero: Darkwave
Peso:81.05 MB

Tracklist

1. Sylla'borêal (Embracing the Dead prior to the Service)
2. Question(s) Beyond Terms (Who is confronting the Impossible?)
3. C'ayllagher a Dom'bhrail (There is no need to remind me)
4. To a loyal Friend
5. Never trust the Obvious (or: The Innocence of Devils)
6. The inexperienced Spiral Traveller (A fragment)
7. Memalon
8. Memories are Haunted Places (Birth - Fiendish Figuration, vers.)
9. Die Widerspenstigkeit unerwünschter Gedanken
10. Synchronicity (To Saturn:Orion)
11. Totenlicht (Infant in the face of Time)
12. Ein freundliches Wort... (...hat meine Seele berührt.)
13. Die Toten kehren wieder mit dem Wind" – 2:55
14. May I kiss your Wound?" – 5:47
15. Ein gütiges Lächeln auf den Gesichtern der Toten...


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Sopor Aeternus - Sanatorium Altrosa-Musical Therapy For Spiritual Dysfunction








Este es el disco número 11 en la carrera de esta "banda" lanzado en 2008 con una edición limitada de solo 999 copias, el disco ademas viene con dos vinilos en rosa chillón. Dos casettes, una con el anterior trabajo "Les Fleurs du Mal" y otra con esta nueva extensión. CD mas libro con unas fotografías . Una camiseta de Anna Varney. Un condón con sabor a chocolate. Y todo guardado en una bolsa de tela con el logo de Sopor Aeternus.

Año:2008
Genero: Darkwave
Peso:59.25 MB

Tracklist

01 Consider this: the true Meaning of Love (instr.)
02 Architecture II
03 Shave, if you love me (remix)
04 La Mort d'Arthur (instr.)
05 Consider this (orig. version)
06 The Conqueror Worm II (instr.)
07 In der Palästra (instr.)
08 Collision
09 Les Fleurs du Mal (instr.)
10 Bitter Sweet (instr.)
11 Consider this: the true Meaning of Love


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Sopor Aeternus - Nenia C'Alladhan








Nenia C'alladhan es un proyecto paralelo de Anne Varney Cantodea, en el que practicamente no se encuentran diferencias con Sopor Aeternus & The Ensemble Of Shadows, excepto por la incorporacion de Constance Frohling, una muchacha que suma su voz en varias canciones.Este disco mantiene la esencia del grupo pese a estar basado en letras y composiciones de Constance.

Nuevamente encontramos una instrumentacion muy rica (oboe, fagot, violin, cello, teclados, bajo, guitarra, percusion) e interpretaciones brillantes.

Las melodias son tan hermosas como tristes, sobresaliendo la voz de Anne (canta en aleman, siempre muy expresiva y por momentos deprimente). A lo largo de los nueve temas (mas de una hora), no habra una sola explosion sino pura belleza acustica, algunas veces inspirada en el folk medieval y otras en esa forma tan particular de Varney que logra expresar tristeza y hasta patetismo a traves de la musica.

Año:2002
Genero: Darwave
Peso:79.23 MB

Tracklist

1. An die Sterne
2. Die Stimme im Sturm
3. Schwarzer Spiegel
4. Schattengesang
5. Der See des Vergessens
6. Sternblumennacht
7. Schwarzer Spiegel II
8. Lied der Todesfee
9. Sternblumennacht (original version)


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Sopor Aeternus - Les Fleurs du Mal








Este disco del 2007 a pesar de su nombre no guarda relación con las "Flores del Mal" de Charles Baudelaire. En una entrevista luego de la salida del disco aclaró que si el disco esta relacionado con algo es con la novela de Jean Genet "Notre Dame des Fleurs".Musicalmente, este trabajo está lleno de órganos barrocos, coros de niños, celesta, atmósferas insanas y dominadas por una voz intranquilizadora en falseto.

Año:2007
Genero: Darkwave
Peso:95.37 MB Parte1
6.1 MB Parte2

Tracklist

01 Architecture (All thats erected are Walls)
02 Always within the Hour
03 In der Palästra
04 A little Bar of Soap
05 Bitter Sweet
06 Our Lady of the Broken Hearts
07 La Mort d Arthur
08 The simple Joys of Maidenhood
09 Helvetia Sexualis
10 Les Fleurs du Mal
11 Shave, if you love me
12 Some Men are like Chocolate
13 The Virgin Queen


LINKS DE DESCARGA:

parte 1: http://www.mediafire.com/?ir9tqeizfgm

parte 2: http://www.mediafire.com/?b5ez4shmjlb


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Sopor Aeternus - La Chambre D'Echo - Where The Dead Birds Sing








Este es el noveno disco de Sopor Aeternus & The Ensemble Of Shadows, fue lanzado en 2004 y en este disco predominan los sintetizadores y fue producido por el ex Dead Can Dance John Rivers.Un muy buen disco.

Año:2004
Genero: Darkwave
Peso:65.39 MB

Tracklist

1. The Encoded Cloister
2. Backbone Practise
3. Idleness & Consequence
4. Beyond the Wall of Sleep
5. Imhotep (Schwarzer Drache mischt einen Sturm)
6. Hearse-shaped Basins of darkest Matter
7. Interlude - The Quiet Earth
8. We have a Dog to exercise
9. The Lion's Promise
10. Leeches & Deception
11. The Skeletal Garden
12. Feed the Birds
13. Consolatrix has left the Building
14. Day of the Dead


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Sopor Aeternus - Ich töte mich jedesmal aufs Neue, doch ich bin unsterblich, und ich erstehe wieder auf; in einer Vision des Untergangs








Este es el primer disco oficial de Sopor Aeternus & The Ensemble Of Shadows lanzado en 1994 compuesto por 7 canciones y relanzado en 1999 con 7 canciones mas, completando así las 14 canciones. Este es definitivamente un disco que no puede faltar.RECOMENDADO.

Año:1999
Genero: Darkwave
Peso:70.4 MB

Tracklist

1. "Travel on Breath (the Breath of the World)" – 3:46
2. "Falling into different Flesh" – 5:14
3. "Birth - Fiendish Figuration" – 5:00
4. "Tanz der Grausamkeit" – 5:37
5. "Im Garten des Nichts (A secret Light in the Garden of my Void)" – 10:51
6. "Time stands still... (...but stops for no-one)" – 8:42
7. "Do you know my Name? (Falling... - reprise)" – 4:17
8. "Penance & Pain" – 6:21
9. "Holy Water Moonlight" – 5:49
10. "Beautiful Thorn" – 5:00
11. "The Feast of Blood" – 2:37
12. "Dark Delight (dedicated to Victor Bertrand. Performed live without audience... - for the Dead.)" – 4:46
13. "Baptisma" – 4:45
14. "Birth - Fiendish Figuration ("The inner Hell" - orig. demo)" – 5:28


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Sopor Aeternus - Flowers in Formaldehyde








Este es el segundo EP de Sopor Aeternus & The Ensemble Of Shadows, lanzado en 2004 como acompañamiento del album "L´Chambre D´Echo - Where The Dead Birds Sing.
Este disco contiene versiones diferentes de aquel album asi como algunas nuevas.

Año:2004
Genero: Darkwave
Peso:39.35 MB

Tracklist

01- In an darkly hour
02 - The Conqueror Worm (Edgar Allan Poe)
03 - Minnesang
04 - Von Der Einfalt
05 - Hearse-Shaped Basins Of Darkest Matter (Instr.)
06 - Leeches & Deception (Instr.)
07 - Extract From The Voice Of The Dead
08 - Do You Know My Name? / What Happened While We Splept?


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Sopor Aeternus - Es reiten die Toten so schnell (2003)








Es el octavo disco de Sopor Aeternus & The Ensemble Of Shadows lanzado en el 2003, en este disco Anna Varney re-editó todas las canciones del demo del mismo nombre del año 1989, el resto del album consiste en re-ediciones de los bonus tracks del primer disco "...Ich töte mich jedesmal aufs Neue, doch ich bin unsterblich, und ich erstehe wieder auf; in einer Vision des Untergangs..." junto con un par de canciones nuevas.

Año:2003
Genero: Darkwave
Peso:77.69 MB

Tracklist

1. Omen Sinistrum
2. Dead Souls
3. Stake Of My Soul
4. Beautiful Thorn
5. Baptisma
6. The Feast Of Blood
7. Sopor Fratrem Mortis Est
8. The Dreadful Mirror
9. Reprise
10. Birth - Fiendish Figuration
11. Penance & Pain
12. Holy Water Moonlight
13. Infant
14. Über Den Fluss
15. Dark Delight


LINK DE DECARGA: http://www.mediafire.com/?iitovgxvefe


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Sopor Aeternus - Ehjeh Ascher Ehjeh








Este disco fue lanzado en 1995 como un compañero con el anterior álbum Todeswunsch - Sous le soleil de Saturne, que contiene algunas pistas de "Todeswunsch" en formas alteradas junto con la nueva canción en dos partes "Anima".

Año:1995
Genero: Darkwave
Peso:23.89 MB

Tracklist

1 "Anima I"
2 "Shadowsphere II"
3 "Saltatio Crudelitatis"
4 "Freitod-Phantasien"
5 "Anima II"
6 "Tanz der Grausamkeit (demo)"


LINK DE DESCARGA: http://www.mediafire.com/?mm1kabyzvs3


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Sopor Aeternus - Dead Lover´s Sarabande (face two)








Dead Lovers' Sarabande (Face Two), es la segunda parte de una obra compuesta
por dos albumes (la primera parte es el Face One), de musica gotica de lo mas funebre, pero llena de belleza,dolorosa y melancolica, muy elaborada y con multitud de detalles,
elegantemente complementada con toda una serie de instrumentos de cuerda y
viento que dotan a la musica de un gran esplendor, bastante sinfonica y con
muchos elementos de musica clasica.
La voz de Anna-Varney es muy adecuada para este tipo de musica, canta entre
susurros como si sollozara y suplicara.Un disco muy recomendable.




Año: 1999
Genero: Dark Folk/DarkWave
·Peso: 79.53 MB

TrackList

* 1.Abschied (Orig. music and lyrics by NICO)
* 2.The Dog Burial
* 3.The House is empty now
* 4.No-one is there
* 5.Procession/Funeral March
* 6.Va(r)nitas, vanitas... (...omnia vanitas)
* 7.The Hourglass
* 8.Transfiguration
* 9.Has he come to test me?
* 10.If Loneliness was all"
* 11.Daffodils


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Sopor Aeternus - Dead Lover´s Sarabande (face one)








Excelente disco de 1999 relanzado en 2004, aquí en "Face One", Sopor Aeternus nos ofrece una combinacion perfecta de musica gotica con musica clasica, resultado de esta mezcla es una musica lenta, sin sobresaltos, sinfonica, depresiva, tetrica y romantica con sonoridades de folk, medieval y gotico, todo acompañado de esa voz tenebrosa y llena de lamentaciones del registro vocal de Anna.Sopor Aeternus utiliza aquí instrumentos como el violin, el cello, el violonchelo, la tuba, el Obe, el doble bajo, la tuba, el trombon, la trompeta, el corno ingles y guitarras acusticas y electricas.
Año: 1999
Genero: Darkwave
Peso: 87.79 MB


Tracklist:
01. Across The Bridge
02. On Satur(n)days We Used To Sleep
03. Hades 'Pluton'
04. Sieh', Mein Geliebter, Hier Hab' Ich Gift
05. Ich Wollte Hinaus In Den Garten
06. Gebet: An Die Glucklichen Eroberer
07. Lament/Totenklage
08. The Sleeper
09. Die Knochenblume
10. Inschrift/Epitaph
11. All Good Things Are Eleven


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Sopor Aeternus & The Ensemble Of Shadows - Es Reiten Die Toten So Schnell..








Este es el primer trabajo de esta excelente "banda".


Peso: 23 MB

TrackList

* 1.Omen Sinistum
* 2.Dead Souls
* 3.Stake of my Soul
* 4.Beautiful Thorn
* 5.Baptisma
* 6.The Feast of Blood
* 7.Sopor fratrem Mortis Est


LINK DE DESCARGA:http://www.mediafire.com/error.php?errno=320


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Sopor Aeternus & The Ensemble Of Shadows


Sopor Aeternus & The Ensemble Of Shadows o simplemente conocido como Sopor Aeternus (sueño eterno) es una "banda" bastante dificil de clasificar, ya que para empezar cuenta con un solo miembro humano llamada Anna Varney Cantodea, probablemente sea la única banda verdaderamente gótica, sus letras en su mayoría hablan acerca de la muerte, suicidio, soledad, transexualidad. Posee una estetica que a la mayoría le puede parecer chocante, ya que en numerosas fotos ella aparece fuertemente maquillada y con una pseudovagina ya que ella es un transgénero(se siente mujer en el cuerpo de un hombre). Su música a la que ella clasifica como " música para niños muertos y otras almas heridas" esta compuesta de elementos barrocos, neo-clasicos, hasta pasar por la electrónica, haciendola muy dificil de encasillar pero altamente recomendable.
Mas adelante agregaré mas datos y su discografía.

sábado, 3 de abril de 2010

dante alighieri

ossanna sanctus deus sabaoth
superilunstrans claritate tua
felices ignes borum malacth!
de este modo volviendose a sus notas
escuche que cantaba esa sustancia
sobre la cual doble luz se enduaba
y reemprendio su danza con las otras
y con velocisimas centellas
las oculto la subita distancia.

dante alighieri

synth collection 75 - 85





bueno k agregare lo en contre en un blog muy bueno el cual cambio de direccion pero lo pondre aka por k creo k es un buen documental que cuenta la historia y nos revela momentos de cambios en la cultura musical este documental recorre territorios como el británico, el aleman, el estadounidense para terminar haciendo mención del impacto que el Synth tuvo en latinoamérica hasta 1985, se alternan géneros como el Synth-punk, Synth-pop, Post Industrial


Descarga
(se pueden descargar las tres partes simúltaneamente)


Part. 1 (200 Mb)

http://www.4shared.com/file/183592682/f41d19a4/Synth-Collectionpart1.html


Part. 2 (200 Mb)

http://www.4shared.com/file/184302111/a7775a30/Synth-Collectionpart2.html


Part.3 (75 Mb)

http://www.4shared.com/file/184931306/d702dce4/Synth-Collectionpart3.html

domingo, 7 de febrero de 2010








Título original: Are you afraid of the dark?
País: Canadá
Año inicio: 1992
Año finalización: 2000
Género: Aventuras · Fantastico · Suspense · Terror
Director: Jacques Laberge, D.J. MacHale, Scott Peters, Craig Pryce, David Winning
Guión: Alison Lea, Naomi Janzen, D.J. MacHale, Scott Peters, David Preston, Gerald Wexler
Fotografía: Matthew Barbato
Música: Jeff Fisher
Producción: D.J. MacHale
Reparto: Ross Hull, Raine Pare-Coull, Jodie Resther, Jason Alisharan, Rachel Blanchard, Joanna Garcia, Nathaniel Moreau, Jacob Tierney, Codie Lucas Wilbee, Shannon Slapp, Daniel DeSanto, Kareem Blackwell, Elisha Cuthbert, David Deveau, Vanessa Lengies, Jay Baruchel, Sacha Cantor, Flora Chu
Idioma: Español de España


El club de medianoche (Are you afraid of the dark?) es una serie de televisión canadiense de 91 episodios de 25 minutos cada uno donde un grupo de chicos (El Club de Medianoche) se interna en mitad de un bosque, encienden una hoguera y cuentan historias de terror... pero lo que ellos no saben es que a veces esas historias son tan reales como la vida misma

1ª Temporada
Spoiler:

1x01-Historias del taxi fantasma
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1x02-Risas en la oscuridad
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1x03-Historia del fantasma solitario
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1x04-Historia de la garra maldita
http://www.megaupload.com/es/?d=BTV7CV3F

1x05-Historia de los sabuesos hambrientos
http://www.megaupload.com/es/?d=FRCJMT40

1x06-Historia de las super gafas
http://www.megaupload.com/es/?d=L7QYMDLO

1x07 - Historia de las almas cautivas
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1x08-Historia de los vecinos nocturnos
http://www.megaupload.com/es/?d=PGTD1IFA

1x09-Historia del aprendiz de hechicero
http://www.megaupload.com/?d=8BJTXYUR

1x10-Jake y el Gnomo
http://www.megaupload.com/es/?d=AY21QXH4

1x11-Historia de la musica encantada
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1x12 Historia de la reina del baile
http://www.megaupload.com/es/?d=SQ59BIMO

1x13-La historia del mago del pinball
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2ª Temporada

Spoiler:




2x01-La historia del último deseo
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2x02-Historia de la taquilla 22
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2x03-Historia de la incubacion
http://www.megaupload.com/es/?d=I2FWRJQQ

2x04-Historia del fantasma congelado
http://www.megaupload.com/es/?d=OI8T7XVI

2x05-Historia del piso número 13
http://www.megaupload.com/es/?d=4XKTRLZA

2x06-Historia de una locura en medianoche
http://www.megaupload.com/es/?d=FGEN94DK

2x07-Historia de la maquina de los sueños
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2x08-Historia del ayudante del mago
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2x09-Historia del viejo corcoran
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2x10-Historia de la luna llena
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2x11-Historia de las paredes encantadas
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2x12-Historia de la brillante bicicleta roja
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2x13-Historia del dragon oscuro
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3ª Temporada
Spoiler:

3x01-Historia del jinete de medianoche
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3x02-La historia del apartamento numero 214
http://www.megaupload.com/es/?d=SPOOKPR4

3x03-La historia del bosque del vigilante
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3x04-La historia de la policia telefonica
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3x05-La historia del fabricante de muñecas
http://www.megaupload.com/es/?d=0THVVMEL

3x06-La historia de la niñera recomendada
http://www.megaupload.com/es/?d=ZUSLG9YX

3x07-La historia de la piedra tallada
http://www.megaupload.com/es/?d=PNF2RG7Q

3x08-La historia de la maldicion de la guardiana
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3x09- La historia de la camara curiosa
http://www.megaupload.com/es/?d=VQ4OKBHQ

3x10-La historia de la chica soñada
http://www.megaupload.com/es/?d=WH5LRMJS

3x11-La historia de Quicksilver
http://www.megaupload.com/es/?d=9F4Q4TTS

3x12-La historia del payaso carmesí
http://www.megaupload.com/es/?d=62HOL8TH

3x13-La historia de la sopa peligrosa
http://www.megaupload.com/es/?d=CZYDD39E





4ª Temporada

Spoiler:

4x01-El cuento del virus renegado
http://www.megaupload.com/es/?d=LCIIWIKW

4x02-El cuento del relicario del pasado
http://www.megaupload.com/es/?d=C36NN4E5

4x03 Demonios del mar
http://www.megaupload.com/es/?d=FTFUA8AA

4x04 Cuento del Navaja
http://www.megaupload.com/es/?d=AJMS8GFL

4x05 Cuento del Navaja 2
http://www.megaupload.com/es/?d=CI8VHPO4

4x06 La Biblioteca silenciosa
http://www.megaupload.com/es/?d=0ATBHL3S

4x07 El sirviente callado
http://www.megaupload.com/es/?d=GMJ54XU7

4x11 El zoo humano
http://www.megaupload.com/es/?d=WA3CXMWK





5ª Temporada
Spoiler:

5x01 La historia del muerto flotante
http://www.megaupload.com/es/?d=P42U2027

5x11 La historia del turno de noche
http://www.megaupload.com/es/?d=RVDN0B6X

sábado, 16 de enero de 2010